“Sin lodo no hay loto”. Thich Nhat Hanh
Esta mañana lo veía con mucha claridad. Un patrón que se repite en mí, que sale de vez en cuando… cada vez es menos fuerte, menos frecuente; pero sigue ahí, sigue saliendo.
Tengo una gran determinación, una gran fortaleza. Tengo bastante capacidad para ir directa, al grano. Lo he heredado de mi madre y de algunas mujeres de la familia por la rama materna. (Gracias mamá y ancestras).
A veces, esa fortaleza, que es un don, que me da un gran servicio, se convierte en un veneno, sobre todo para mí misma. Me machaco. Llego antes de haber salido, no me doy tiempo, espacio. No me permito ni permito la debilidad.
Esa fortaleza se ha convertido y se convierte en dureza para protegerme cuando me veo amenazada, cuando creo que no se está respetando mi límite, cuando estoy mal. Un patrón. Eso es un patrón. El patrón me protege, o me protegió en tiempos difíciles. Ya no lo necesito, pero sigue saliendo cuando algo de lo que pasa conecta mi mente con el pasado. Cuando pierdo el equilibrio y me siento insegura.
La fortaleza, la precisión, se convierten a veces, a través de ese patrón que se activa en situación de alarma, en un dardo que fulmina. Que deja al otro helado. A veces incluso es un dardo de luz. Siempre pincha. A veces mucho. Yo no quiero hacer daño, pero lo hago. La intención no es suficiente, “el camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones”.
Mi patrón, mi gran don, mi veneno, un dardo.
El don es mi don. Me da, me sirve, me lleva, me abre, me eleva. Y se convierte en patrón y en veneno y en dardo que fulmina. Cuando pierdo la conciencia, cuando se va la luz y caigo presa del miedo. Cuando el miedo me arrastra y me revuelca.
Qué suerte que hay siempre alguien o algo ahí afuera que los hace salir a escena. Y qué suerte que yo quiera verlos, que yo esté ahí para verlos. El patrón, el veneno, el dardo. Y la conciencia, la luz. Salir a la luz y que la luz los convierta en luz.
No hay nada bueno ni malo, nada que eliminar… solo ver, solo luz. Estar ahí. Amor. Presencia. Escucha. Espacio. Y que los dones puedan florecer y dar frutos. Con ese buen abono que yace en la oscuridad.
Si quieres estar al tanto de las novedades o de cualquier cambio en las actividades de mindfulnessgranada
Gracias Bea por compartir tu experiencia.
Para mí también está siendo un alivio aunque sea por peqweños instantes darme cuenta del boicot constante de mi mente q me lleva al miedo muchas veces.
He estado dormida muchos años y no quiero volver a la inconsciencia. Al menos esa es mi intención. MI BUENA INTENCIÓN. Q YA ES UN PASO!!!!
Te admiro y te sigo.
Un abrazo.
Un abrazo muy fuerte, Lola. Gracias por estar ahí, viendo…
Gracias Bea.
Sigo encantada con el inicio de este camino al que tú me acercaste cuando hice el curso contigo.
Siempre un placer tener reflexiones tuyas que generan reflexión en nosotrxs.
Un saludo.
A la espera de poder hacer un día de retiro.
Hola, Ester, mil gracias. Y la idea del día de retiro me ronda últimamente … Ya os cuento, si surge. Un abrazo!
Me gustaría aprender a ver lo que tú ves y poder expresarlo…
Todo es ponerse 😉 Un abrazo!
Muy acertado Beatriz, conecto mucho con lo que dices…
Gracias por compartir
Buen día y buen inicio de semana!
Me alegro, Mercedes. Gracias a ti también y un abrazo fuerte
Gracias. Tantos patrones que he de descubrir en este nuevo camino. Cuando esto ocurre cuando, me doy cuenta se abre una pequeña puerta y me permito abrazarlo y ablandar lo. Gracias por tu sabiduría.
Tantos, tantos… Apasionante ir descubriendo y aligerando la carga. Un abrazo fuerte!
Tus reflexiones dan para mucho, Beatriz. Gracias por compartirlas!
Me alegro, es un placer 🙂
Si hay un retiro para aprender y acercarme más a la práctica me gustaría participar. Gracias por tu luz, Beatriz. Gracias a los demás por expresar lo que sienten y aprenden.
Carolina, gracias por tus palabras. No organizo retiros de momento, lo siento. Un abrazo!
Qué difícil es soltar los patrones y creencias de antaño. ¿O será que no los quiero soltar? Gracias Beatriz.
Pueden ser las dos cosas 🙂 Seguimos investigando, mirando, a nuestro ritmo…
Un abrazo!
Es verdad Bea!! Sin lodo, no hay loto.
Pero es que ese doble sabor de la vida…una vez qie lo descubres, está en todo. Tu vulnerabilidad es tu fortaleza, nada es definitivo y hay que estar atento a cada transformación, cuidar la curiosidad.
Me encanta leerte.
Rosa, qué bien, cuánto jugo le has sacado a la lectura… Me alegro de que te gusten las cosas que publico, gracias!!