Aquí y ahora
Uno de los puntos clave a la hora de practicar la atención plena o mindfuness consiste en dejar a un lado los objetivos y centrarse en el proceso. Cuanto más practico y más consigo interiorizar esto, más disfruto, más feliz soy y mejor me sale todo. Compruebo una y otra vez cómo el apego a los resultados es una de las causas más importantes del sufrimiento.
Todos queremos ser felices, estar sanos, tener relaciones estupendas y que nos vaya genial. Y también todos (o casi todos) tenemos una idea de qué tiene que pasar para conseguir esa felicidad a la que aspiramos. Creemos que seremos felices si pasa esto y esto y lo otro. Seremos felices si conseguimos este trabajo, si nos ama esta persona, si vamos a ese sitio, etc. En ocasiones, incluso decidimos el momento. Este es uno de nuestros hábitos inconscientes más arraigados: que pase esto y que pase ya. Y es justamente así como eliminamos de raíz la posibilidad de ser felices.
La felicidad está en cada paso que damos, en cada segundo que respiramos, mientras estamos realmente ahí, en ese camino, en ese paso y en esa respiración. Pero es imposible estar realmente aquí si estamos rechazando lo que está ocurriendo ahora porque no coincide con lo que esperábamos que sucediera, si estamos descuidando o menospreciando lo que está pasando justo ahora perdidos en nuestras proyecciones sobre lo que debería estar pasando.
Hay ideas que me gusta creerme, aunque no sean muy racionales o no las haya comprobado completamente por mí misma. Me las creo porque me ayudan a estar aquí, a vivir y a disfrutar plenamente lo que cada momento me ofrece y a agradecer eso con todo mi corazón. Una de estas ideas es que lo que me pasa es lo que más me conviene. Me la creo y me dedico a confiar y a estar plenamente en lo que siento y soy en cada momento. Me olvido de los resultados y recorro el camino que se abre ante mí con todo el amor, la alegría y la presencia que tengo a mi alcance. Y, de momento, me funciona 🙂
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