«Tú eres el cielo, todo lo demás es solo el clima», así lo explica la maestra de meditación Pema Chödrön.

Imagínate que pudieras sentir serenidad y bienestar sin importar las circunstancias. Imagina que te relajas y te abres a cualquier cosa que esté sucediendo en tu vida. Imagina que te sientes suficiente, que puedes disfrutar y valorar las pequeñas cosas que llenan tu día a día.

El mindfulness es tu capacidad innata para todo eso. Es el cielo, la presencia que hay en ti, lo que realmente eres. Eres el cielo. Por ti pasan nubes, vientos, lluvia, sol, en forma de pensamientos, emociones y otras circunstancias de tu vida. Y tú puedes vivir todo sin enredarte, sin perderte en lo que es pasajero. Tú estás siempre ahí, sereno, abierto. El cielo. La conciencia plena, la presencia, el ahora…

El mindfulness te lleva a ti, a tu cuerpo, a lo que estás sintiendo, a lo que eres. Si tú no estás contigo, si tú no te acompañas y te respetas profundamente, ¿quién va a hacerlo?

El mindfulness, es un tipo de meditación y lo que vas descubriendo a través de ella: tu presencia, tu capacidad para estar en la experiencia tranquilamente, viviendo todo sin dejarte arrastrar por lo que va y viene, sin pelearte, sin enredarte, sin confundirte. En paz.

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La atención plena (mindfulness) es una práctica y, como tal, no se cultiva leyendo o asistiendo a cursos. Es necesario ponerse en marcha, practicar. La atención plena y sus beneficios, que son muchos, es algo que hay que experimentar.

Podemos comer, caminar o conducir con atención plena o “en piloto automático”, desconectados de la realidad y desprotegidos. Dándole vueltas a la cabeza repitiendo una y otra vez la película de lo que ya pasó o de lo que queremos o tememos que pase. Sin llegar a ningún sitio, malgastando y dispersando nuestra energía y acumulando tensión. Es posible vivir de otra manera, aquí y ahora. Con calma, con alegría y con confianza y aceptación de lo que está sucediendo. En paz.

Y todo esto tiene un reflejo en nuestro cerebro…

Hay miles de estudios que demuestran que la práctica de la atención plena produce cambios en las estructuras cerebrales relacionadas con el estrés y la regulación de las emociones desagradables, como la tristeza, la rabia o la ansiedad. La amígdala, el hipocampo, la ínsula y la corteza prefrontal, entre otras, se transforman significativamente. Esta transformación tiene un reflejo en nuestra vida en forma de disminución de la reactividad y de la activación y un aumento de la calma, la alegría, la concentración y la claridad mental.

Aquí te dejo un vídeo donde Jon Kabat-Zinn explica nueve actitudes que cambiarán en ti al practicar mindfulness y que pueden sustituir a otras que te hacen pasarlo fatal.

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