El secreto del éxito ;)

Tengo una vida buenísima. No doy detalles para no despertar envidias 🙂

Esta mañana hablaba con una amiga que me decía que qué suerte y qué fuerza de voluntad tengo. No como ella, que no tiene ni una cosa ni la otra.

Suerte tengo, es verdad. Por estar viva, por haber nacido en esta parte del mundo, por tener un cuerpo y una mente que funcionan medianamente bien, por tener comida en mi nevera, un techo, cierta paz… Podría seguir.

Fuerza de voluntad, no tanta. Me cuesta igual que a mi amiga (o más) arrancarme para hacer ejercicio, despegarme de una serie que me gusta o privarme de algo que me apetece comer. A veces gano, a veces pierdo y cedo a la tentación.

Muchas veces en mi vida he oído eso de que qué suerte tengo. Y otras tantas veces he pensado que qué parte de lo que tengo se debe a la suerte y qué parte a lo que yo he hecho para tenerlo.

Por ejemplo, si sacaba buenas notas. ¿Era por suerte, por fuerza de voluntad, por las horas que le echaba, por el interés que tenía por saber, porque mi padre era maestro y había libros en mi casa, porque tenía buenos profesores (y no tan buenos), por mi capacidad…? Supongo que por la combinación de todos esos factores y otros que estoy olvidando mencionar.

He tenido bastante éxito en algunos aspectos de mi vida. Y también muchos fracasos, mucho dolor. He tocado fondo fondo al menos dos veces. He sufrido problemas importantes de salud mental y física. He salido de todo y aquí estoy, preparada (creo) para lo que venga, que nunca se sabe.

Después de la conversación con mi amiga me preguntaba si hay algo que esté en la base de los éxitos de mi vida, algo estable, algo que vaya más allá de los comodines de la suerte o la fuerza de voluntad o de todos esos factores que se combinan y van cambiando. Y sí que lo hay. Lo sé, lo siento. Cada vez más.

Si hay algo por lo que tengo suerte de verdad es por tener tan claro que quiero estar bien, que quiero cuidarme y ser feliz. Que quiero disfrutar de la vida que me ha tocado. Este deseo claro, profundo y real es lo que me ha traído hasta donde estoy. Me ha dado la fuerza de corazón para encaminar mi vida hacia donde quiero y para salir de los pozos. Es la luz que siempre está ahí.

Ese anhelo de bienestar, de felicidad, de vivir plenamente, es lo que se llama en el budismo «metta» o «maitri». Ha sido siempre mi norte; nunca, NUNCA me ha abandonado. Ni cuando he estado en lo más profundo del infierno. Esa fuerza es la que me llevó a meditar. La que me lleva a cuidar mi cuerpo y mi mente todo lo que puedo. Me ayuda a valorar y disfrutar de todo lo bueno que tengo. Cada vez que me desconecto de ella, me machaco. Me hago daño, me juzgo, me exijo… me machaco.

Lo más venerable del mundo, lo más comprensible, lo más nítido, lo más constante no es solo que queramos ser felices, sino que solo queramos ser eso. Es a lo que nos fuerza nuestra naturaleza. San Agustín

Esa es mi gran suerte, el tenerlo tan claro.

Dicen que ese deseo de bienestar lo tenemos todos dentro. Dicen que buscamos estar bien en todo lo que hacemos. Buscamos esa sensación porque la conocemos, la hemos experimentado. Sensación de paz, de alegría, de apertura, de felicidad, de amplitud, de relajación… da igual el aspecto que tome. Es nuestra verdadera naturaleza. Está en cada uno de nosotros. Es nuestro verdadero hogar, el lugar seguro. Lo conocemos, hemos estado en contacto y lo hemos perdido, nos hemos perdido. Y queremos volver ahí.

El auténtico fracaso es que hemos perdido la unidad con nuestra verdadera naturaleza. Anam Thubten 

La buscamos a través de lo que vemos, de lo que comemos, de lo que leemos o no leemos, de nuestras relaciones, de nuestro trabajo, de nuestras ideas… Cada uno de nuestros movimientos está motivado por esa búsqueda, por ese anhelo del corazón.

Dicen que todos los caminos conducen a Roma y que todos nos vamos a encontrar en casa al final. Todos vamos a acabar reconociendo y habitando en esa felicidad perdida, que es nuestra por derecho de nacimiento. La cuestión es las vueltas que vamos a dar y lo que vamos a sufrir y a hacer sufrir en el camino. Pues muchos de los movimientos para buscarla y de los lugares donde la buscamos nos alejan de ella.

Dicen que «la salida es hacia adentro», que lo que tanto anhelamos no está ahí afuera. Que está aquí, en cada uno de nosotros, en este momento, que no tenemos que buscar ni hacer nada… Esa es otra suerte que he tenido. Conocer y escuchar a los que afirman y han descubierto eso, poder leer los libros que lo explican y explorar y experimentar en mí misma si es verdad o no.

Y otra suerte, la requetesuerte, el poder contar con gente que tiene interés en compartir esa exploración.

(Si te interesa, nos vemos en miércoles alternos. Más información)

Fundamentalmente no hay nada que hacer excepto aprender a disfrutar de la vida. Anam Thubten

20 respuestas a “El secreto del éxito ;)”

  1. Gabriela dice:

    Beatriz… Tus palabras me penetrante en lo más hondo de mi.. Cuando atravezamos una crisis de esas que duelen, nos vacían, saber que la entrega es atravezar la.. Sabiendo que es para nuestro mayor bien… Gracias infinitas por tus palabras..

  2. Adriana dice:

    La buena suerte es compartir estos buenos ratos juntos Beatriz. Gracias por la reflexión. Un abrazo

  3. María Antonia dice:

    Ciertamente, es una grandísima suerte contar con personas que te orienten en esa búsqueda de felicidad, y una gran satisfacción hacer el viaje en grupo.😏

  4. Isabel dice:

    Sabia reflexión. Beatriz, muchas gracias por compartir.

  5. Leonor dice:

    Muchisimas gracias por ser tan generosa Beatriz

  6. t dice:

    Yo tuve la suerte de haberte encontrado.

  7. Luis dice:

    Para mi que bien te explicas, que sencillico

  8. Rosa Díaz dice:

    gracias por tan buena reflexión….seguir a diario dando gracias y no dejar de estar en contacto con nuestro yo y como bien dices la felicidad está en nosotros….

  9. Manuela dice:

    Muchas gracias, Beatriz. Qué bonito y acertado es lo que has escrito y qué bien me ha venido leerlo. La mayor de las suertes es no perder nunca el deseo de estar bien porque cuando falta ese deseo, todo se viene abajo, estás caído y no haces nada por levantarte porque consideras que nada merece la pena y el esfuerzo que hay que hacer es tan grande porque no se sabe hacia dónde está la luz, qué solo llegan a la cabeza otras opciones, ninguna buena.
    También es una suerte, grandísima, tener personas como tú, que nos ayudas con bondad y generosidad y saber que tú lo has conseguido es un apoyo grande.
    Un fuerte abrazo

    • Beatriz dice:

      Qué alegría, Manuela, que lo que comparto sirva, que mi experiencia sirva para dar apoyo, luz o lo que sea. Seguimos en el camino, en el proceso. Un abrazo muy fuerte!

  10. Rosa dice:

    Gracias Beatriz por compartir-te.

  11. Cati dice:

    Gracias Beatriz por tu guía y tus reflexiones. Es muy generoso de tu parte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *