¿Quieres paz?

Eckhart Tolle dice que el estrés está causado por estar aquí pero querer estar allí. Los que practicamos meditación sabemos o intuimos el valor de estar presentes en nuestras vidas, sabemos que la paz que buscamos está en nosotros, en la capacidad de relajarnos en lo que somos, en lo que es. Experimentamos una y otra vez que la felicidad no está en las cosas, no está ahí afuera. El nuevo coche, las vacaciones, el cambio de trabajo, de lugar de residencia, la pareja… nos dan una satisfacción temporal. Pero si seguimos con la misma mente, seguimos con «el problema».

El creer que hay algo que, una vez conseguido, nos dará la felicidad definitiva, es una trampa mortal. Nos tiene todo el día en tensión y con la lengua fuera. Desconectados. De la experiencia, del otro, de nosotros mismos.

Tampoco en la meditación está la felicidad. La meditación nos sirve para ver cómo nuestra mente complica las cosas. Nos ayuda a que esa mente inquieta se calme y nos permita acceder a lo que ya somos. Pura paz. Puro amor. Claridad, espaciosidad. Todo aquí, todo listo, todo completo. Y nosotros buscando por aquí y por allí.

Cansados. De tanto buscar. Incapaces de relajarnos un poco, de parar.

El deseo intenso que tenemos de bienestar y felicidad es sagrado. Nos impulsa, nos da vida. Y a algunos incluso puede que los lleve a descubrir la paz y la felicidad auténticos y duraderos. Nunca debemos perder la conexión con ese deseo profundo que, en el budismo, se conoce como «metta». Ojalá que sea feliz, que me vaya bien, que tenga paz, salud, seguridad. Todos queremos esto. Y todo lo que hacemos está dirigido a satisfacer ese profundo anhelo.

PERO (aquí está la clave) si pensamos que ese deseo se satisface consiguiendo algo, las llevamos claras.

Convertimos la vida y la práctica de la meditación en una agotadora búsqueda de sensaciones agradables y en una lucha sin cuartel contra lo desagradable. Quiero sentirme así y así. Quiero que mi meditación sea así y así y que pase esto y aquello. Y así podré ser feliz, que es lo que mi corazón anhela.

Eso es como querer coger agua con las manos.

La felicidad duradera no está en cómo me siento o en qué está pasando sino en cómo me relaciono con eso. Ahí está la clave. Por eso es buena la meditación. Porque cambia el modo de relacionarnos. Ahí está la clave. Ahí está la paz. En nosotros. Esa es la actitud. Tú eliges.

If you want peace, then, peace.

Si quieres paz, pues paz.

(Esto lo dijo un día una monja en Plum Village, el monasterio de Thich Nhat Hanh en el que estaba de retiro)

Vive en paz. Opina en paz. Discute en paz. Cámbiate de trabajo en paz. Cántale a tu jefe las cuarenta en paz. Conócete en paz. Cambia lo que no te gusta de ti en paz. Deja la relación que no te llena en paz. Reivindica en paz. Pon límites en paz. Divórciate en paz. Vive en paz. Haz las paces con cada milisegundo de tu vida y lo que está pasando en él. Relájate ahí. Deja de pelear con lo que pasa, con lo que sientes, con lo que eres.

¿Y si el otro no está en paz? Pues peor para él (y ojalá que pueda estar en paz algún día, pronto).

¿Y si lo que siento es odio? Siéntelo. Déjalo estar. Y déjalo que se vaya. Que es lo que hará naturalmente. No hace falta que le des rienda suelta ni que lo alimentes. Déjalo ser y hacer su camino, liberarse. Nada es personal.

La energía de todo lo que está bloqueado, cuando lo permites, cuando lo dejas ser, se pone al servicio de la vida. En ti.

Para ver estas cosas sirve la meditación. Y para experimentarlas, practicarlas mucho y que surjan naturalmente en nuestro día a día. Para que, en los momentos de tensión, la paz, lo más valioso de nuestra humanidad, pueda estar ahí, con nosotros. Qué mejor apoyo, pase lo que pase.

Aquí te dejo unas citas inspiradoras. Que pases un buen verano.

 

¿Estoy diciendo: «Disfruta este momento. Sé feliz»? No

Permite que se exprese este momento tal como es. Eso es suficiente.

Eckhart Tolle

 

El mundo necesita que estés atento y seas consciente de lo que está ocurriendo. Thich Nhat Hanh

 

Deja la Vida en paz. Déjala ser. Eckhart Tolle

 

Lo más venerable del mundo, lo más comprensible, lo más nítido, lo más constante no es solo que queramos ser felices, sino que solo queremos ser eso. Es a lo que nos fuerza nuestra naturaleza

Agustín de Hipona

 

Ama y haz lo que quieras. Agustín de Hipona

14 respuestas a “¿Quieres paz?”

  1. Espíritu Santo dice:

    Muy buena idea poner una reseña de la sesión
    Me parece muy interesante todo lo que se dice después de la meditación y a veces no puedo asistir
    Gracias , Beatriz
    Feliz verano , un abrazo grande

  2. Pilar dice:

    Muchas gracias Bea por tus sesiones, por compartir, por escuchar… Un abrazo y nos vemos a la vuelta.

  3. Rosa dice:

    Gracias, Beatriz, por estas palabras de paz. Son un soplo de energía y aire fresco para este verano. Espero poder incorporarme a las sesiones de meditación a la vuelta de las vacaciones.
    un abrazo

  4. Manuela dice:

    Muchísimas gracias Beatriz, no pude estar en la sesión y agradezco enormemente tus palabras, a mí me ayudan.
    Un abrazo y buen verano a todos.

  5. Beatriz dice:

    Me alegro, Manuela. Gracias también a ti y un abrazo!

  6. María Antonia dice:

    Felices vacaciones, Beatriz!!
    Gracias por compartir el asunto de la última sesión.
    Estoy ocupada con la familia en casa y me ha sido imposible asistir últimamente.
    En verdad siento más paz desde que asisto a tus reuniones.
    Gracias de corazón! Un abrazo muy fuerte.

  7. Lola dice:

    Qué buen resumen de la clave de la vida! Eso es: es lo que es. Déjate en paz ( me conmueve) ; no nos dejamos en paz, nos saboteamos, nos convertimos en nuestros enemigos!
    Me ayuda mucho todo lo que compartes! Gracias Beatriz

  8. Beatriz dice:

    Qué bien, Lola, me alegro mucho.Que pases un buen verano. Un abrazo!

  9. Luis dice:

    El sufrimiento existe y nuestra vida es dual.

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